Fidel Castro. El Comandante Playboy. Sexo Revolución y Guerra Fría es la historia de una fascinación, la descripción minuciosa de cómo la prensa estadounidense contribuyó a la creación de un liderazgo que permitió al autoritario Comandante en Jefe convertirse en una figura familiar para los ciudadanos de ese país. De manera que los lectores de este libro tienen ante sí el detallado itinerario de un romance, entre los medios y el guerrillero; entre los editores y el dictador.
De esa atracción nacen buena parte de los esquemas del parque temático ideológico en que se convirtió Cuba y cuyo montaje Abel Sierra Madero describe. Una Isla paralela que se conforma no solo a partir de maquillar la realidad, sino también de conducir hábilmente las miradas de los visitantes extranjeros y de los reporteros. Con una efectividad apabullante, Castro los manda a vigilar, les confecciona una apretada agenda que no los deje mirar más allá de la ventanilla del auto climatizado y los premia cuando sus artículos se ajustan al guion de la Plaza de la Revolución.
En este texto, Abel Sierra Madero también encuentra los puntos de contacto entre el magnetismo que provocan los mundos creados por Hugh Hefner con sus fantasías Playboy y, por otro lado, el universo revolucionario que Castro intentó instaurar en la Isla. Una burbuja que durante décadas ha fascinado a buena parte de la izquierda internacional. Si el magnate estadounidense promovía una vida de placeres rodeada de conejitas, el líder cubano devolvía un país de milicianos dóciles dispuestos a morir al menor gesto de su mano.