Este libro propone un análisis geoeconómico y geopolítico de los fundamentos de la potencia rusa contemporánea, con el objetivo de evaluar la durabilidad y magnitud del retorno de Moscú a la escena internacional. Se trata de comprender mejor las representaciones históricas y geopolíticas empleadas por las élites rusas en su política de poder, así como de reflexionar sobre la capacidad de Rusia para afrontar los numerosos desafíos que enfrenta para consolidar su posición en el escenario internacional: en primer lugar, la gestión de la crisis demográfica que atraviesa; en segundo, la dificultad de crear y distribuir la riqueza de manera más equitativa para mejorar el bienestar de los rusos; y, finalmente, la modernización necesaria de su economía para mantenerse competitiva en la carrera internacional por las nuevas tecnologías.
Una investigación cuidadosa sobre el poder de este país-continente.
En este libro descubrimos una Rusia moderna, capaz de una gran flexibilidad técnica, económica y social; en definitiva, un adversario al que hay que tomar en serio.